Supermercados y autoservicios registran el octavo mes del año con caídas en sus ventas. Apuestan a las promociones y descuentos, pero no es suficiente. Las fiestas y la recuperación salarial, como motores para recuperar parte de lo perdido.
Las ventas en grandes establecimientos no forman parte del proceso de tímida recuperación que avizoran algunos sectores. Las estrategias corporativas para generar un repunte sostenido y generalizado todavía no se trasladan a los números finales.

El consumo en supermercados marcó una caída del 18% durante los primeros once días de agosto, en comparación con el mismo período de 2023. Para los supermercadistas, este año “ya está perdido”, pero apuestan a que el último trimestre marque un repunte de la mano de las fiestas y recuperación del salario.
Electrodomésticos y bebidas alcohólicas, los rubros no esenciales más afectados
De todos modos, no solo las ventas de productos de la canasta básica denotan caídas notables, los artículos de segunda necesidad son los que sufrieron el peor efecto de la licuación salarial. Un dato que resalta el sector tiene que ver con la venta de electrodomésticos y artículos para el hogar, que registra bajas de más del 50%.
Mientras tanto, el foco de los supermercados está puesto en promociones con tarjetas bancarias y descuentos con billeteras virtuales, como Cuenta DNI o Mercado Pago. Justamente, no es gratis: “Cuando remonta alguna categoría básica es porque de fondo se pone mucho dinero en acciones comerciales para sostener los precios y hacer promociones y ofertas, pero con una rentabilidad bajísima, o en algunos casos prácticamente nula”, relativiza una fuente del sector.