En Tierra del Fuego y en La Rioja no tienen fin las desvinculaciones de trabajadores de empresas que achican sus plantas o cierran. El rubro textil es el más afectado por la crisis.
Los empleados despedidos denunciaron la falta de diálogo y la ausencia de medidas preventivas. Algunos tenían más de 20 años de antigüedad y eran el principal sostén de sus familias, por lo que el gremio textil exige la intervención del Ministerio de Trabajo provincial y nacional para garantizar la continuidad laboral. En comunicación radial con Aire Libre FM, del sur del país, Gabriel Hoquart, empleado de la firma, sostuvo: “Hay compañeros con 25 años de trabajo, otros con siste o nueve. Verlos llorar fue muy duro. Nadie tiene otro empleo o un proyecto afuera, todos dependen de este ingreso. Más allá del apego, hay personas que son el sostén de su familia, se quedaron sin su fuente laboral de un día para el otro”.
En el arranque de la semana se supo que la firma textil Blanco Nieve, que ya atravesaba una profunda crisis, cerró sus puertas y dejó en la calle a 35 trabajadores, a quienes todavía se les adeudan los salarios de septiembre y octubre. Marcela Cárdenas, integrante de la conducción del gremio textil SOIVA, confirmó a medios fueguinos que el viernes se encontraron con las puertas cerradas de la empresa, sin que existiera una comunicación previa por parte de sus dueños. Ante ello, los empleados resolvieron hacer una ocupación pacífica de la planta para “resguardar las instalaciones y evitar un vaciamiento”. En forma paralela, los trabajadores resolvieron continuar con la medida de venta de sábanas a precios accesibles, como una forma para poder cobrar parte de los salarios adeudados. Se espera la intervención de las autoridades provinciales.
En diálogo con El Mediador, programa que se emite por Tiempo FM 97.5, Silvia Vidal, secretaria general del Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA) Tierra del Fuego, rechazó los despidos. “No solamente nosotros, todas las industrias están complicadas con el tema de que quiere sacar el subrégimen, cerrando fábricas. De todas las fábricas que había de las textiles, hoy quedamos tres pero de todos lo que habíamos, más de 1.600 trabajadores hace unos años atrás, hoy si somos 200 es mucho”, advirtió.


