Los senadores y diputados cobran más que el Presidente y los ministros.
Los sueldos en el Poder Ejecutivo están congelados desde diciembre, luego del traspié por el cual se otorgó un 48% en febrero, que fue retrotraído; los jueces de la Corte cobran importantes adicionales por antigüedad.
Javier Milei percibe un sueldo bruto de alrededor de $4.066.018; Victoria Villarruel, de unos $3.764.821, sin los descuentos, mientras que los ministros del gabinete, unos $3,5 millones.
En contra de su narrativa, que tilda de “estafadores” a cualquier político que se aumente sus haberes en época de restricción fiscal, su administración había otorgado un aumento del 48% a los cargos jerárquicos del Poder Ejecutivo entre enero y febrero de este año.
Pero cuando ese dato salió a la luz, el Presidente lo atribuyó a un error, ordenó retrotraer la medida y congeló los sueldos de los altos funcionarios a los valores de diciembre.
En el Congreso, un diputado nacional que cobra desarraigo (que vive a más de 300 kilómetros de Capital Federal) y gastos de representación, además de su dieta, en su última liquidación cobró $6 millones brutos y unos $4,3 millones de bolsillo. Después de la polémica del primer trimestre, hubo un aumento en cuotas avalado por Martín Menem que recortó la distancia con los senadores. En la Cámara baja, donde hay 257 legisladores, por ejemplo, los diputados tienen 10 aéreos para utilizar personalmente, 8 vuelos para asesores y 16 traslados terrestres.
Un senador nacional, si se cuentan esos tres conceptos, sumó ingresos por unos $7,8 millones y, realizados los descuentos (que pueden variar mes a mes) unos $7,4 millones. A eso deben sumarse el monto que suman los legisladores por el canje de pasajes no utilizados. En esa cámara, son 72 legisladores.
El Poder Judicial
En el Poder Judicial, los ministros de la Corte Suprema cobran un sueldo total básico de $6,1 millones, según la escala salarial que el Máximo Tribunal publica en su sitio de “Gobierno Abierto Judicial”. Se compone por un valor inicial de $927.000 a lo que luego se suman los montos previstos en sucesivas acordadas, que multiplican ese número.
El juez de la Corte con más antigüedad es Juan Carlos Maqueda, seguido por Ricardo Lorenzetti. Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz (ingresaron ambos en 2016) son los más nuevos y por eso perciben salarios inferiores a los de sus pares. Sobre el bruto hay que contemplar los descuentos por aportes a la obra social del Poder Judicial (OSPJN) y los aportes jubilatorios.
A diferencia de los otros poderes del Estado, los cuatro jueces de la Corte no pagan el impuesto a las ganancias, ya que todos juraron antes del 1° de enero de 2017, cuando hubo cambios en la normativa.